El incremento en la dependencia del
edge y una mayor importancia de los proveedores de colocation impulsan estas
tendencias
El centro de datos de próxima generación
integrará a la perfección las instalaciones centralizadas con aplicaciones edge
más inteligentes y críticas. Estos centros de datos de 4ª
generación están emergiendo y se convertirán en el modelo de las redes
informáticas de la década de 2020. La aparición de este centro de datos
dependiente del edge es una de las cinco tendencias de centros de datos
identificadas para 2018 por un panel global de expertos de Vertiv,
anteriormente Emerson Network Power.
«El
aumento en los volúmenes de datos, impulsado en gran medida por los
dispositivos conectados, ha provocado que las empresas vuelvan a evaluar sus
infraestructuras de TI para satisfacer unas exigencias cada vez mayores de los
consumidores,» comentó Giordano Albertazzi, presidente de Vertiv en Europa, Oriente
Medio y África. «Si bien son varias las direcciones que pueden tomar las
empresas para respaldar este incremento de datos, muchos responsables
informáticos están optando por acercar sus instalaciones al usuario final, o al
edge. Sea cual sea la decisión que tomen las empresas, prevalecerán la
velocidad y la consistencia del servicio como los elementos más importantes
para los consumidores.»
En las
previsiones realizadas por Vertiv en años anteriores se identificaron, entre
otras, tendencias vinculadas a la nube, a sistemas integrados o a la seguridad
de las infraestructuras. A continuación indicamos las cinco tendencias que se
espera que repercutan en el ecosistema de los centros de datos durante 2018:
1. Aparición
del centro de datos de 4ª generación: Ya sean
salas de TI tradicionales o microcentros de datos de 140 metros cuadrados, las
organizaciones dependen cada vez más de la informática en el edge. El centro de
datos de 4ª generación integra de forma holística las instalaciones
centralizadas y el edge, convirtiendo estas nuevas arquitecturas en algo más
que simples redes distribuidas.
Esto ya está ocurriendo con las nuevas arquitecturas, compuestas
por módulos escalables y económicos que
aprovechan soluciones optimizadas de Thermal Management, fuentes de
alimentación de alta densidad, baterías de ión-litio y unidades avanzadas de
distribución de potencia, que proporcionan capacidad en tiempo casi real. Las
avanzadas tecnologías de gestión y supervisión aúnan todo esto, permitiendo que
cientos o incluso miles de nodos de TI operen conjuntamente para reducir
latencia y costes, aumenten las tasas de utilización, reduzcan complejidad y
permitan que las organizaciones añadan capacidad de TI conectada en red cuando
y donde la necesiten.
2. Los
proveedores de servicios en la nube se pasan al colocation: La adopción de la nube se está produciendo a
tal velocidad que en muchos casos los proveedores de este tipo de servicios se
ven incapaces de satisfacer su demanda. En realidad, algunos ni siquiera lo
intentarán. Prefieren centrarse en la prestación de servicios y en otras
prioridades antes que en la construcción de nuevos centros de datos y acuden a
los proveedores de colocation para satisfacer sus demandas de capacidad.
Al centrarse en el rendimiento y la escalabilidad, el colocation puede
satisfacer la demanda con mayor rapidez mientras impulsa una reducción en los
costes. La proliferación de instalaciones de colocation también permite a los
proveedores de servicios en la nube elegir socios en lugares que se ajustan a
la demanda del usuario final, donde pueden operar como instalaciones edge. El
colocation responde ofreciendo áreas de sus centros de datos para servicios en
la nube o proporcionando instalaciones completas construidas para ajustarse a
las necesidades.
3. Reconfiguración
de la clase media de los centros de datos: No es ningún secreto: las mayores áreas de crecimiento en el
mercado de centros de datos están en instalaciones a hiperescala (por lo
general proveedores de colocation o de servicios en la nube) y en el edge. Con
el crecimiento de los recursos de colocation y de la nube, los operadores de
centros de datos tradicionales tienen ahora la oportunidad de reconfigurar sus
instalaciones y recursos que siguen siendo críticos para las operaciones
locales.
Las organizaciones con varios centros de datos seguirán
consolidando sus recursos informáticos internos, probablemente transfiriendo lo
que puedan a la nube o a centros de colocation, a la vez que reducen el tamaño
y aprovechan configuraciones de rápida implementación que puedan escalar
rápidamente. Estas nuevas instalaciones serán más pequeñas, pero más eficientes
y seguras, con alta disponibilidad y coherentes con la naturaleza crítica para
la misión de los datos que estas organizaciones buscan proteger.
En zonas donde la adopción de la nube y los centros de colocation es
más lenta, se espera que las arquitecturas de nube híbrida constituyan el siguiente
paso, uniendo recursos propios de TI más protegidos con una nube pública o
privada con el objetivo de reducir costes y gestionar riesgos.
4. La alta
densidad llega (por fin): La
comunidad de centros de datos lleva una década prediciendo un gran incremento en
las densidades de potencia de rack, pero esos aumentos no han llegado al nivel
esperado. Ahora, esto está cambiando. Si bien las densidades por debajo de los
10 kW por rack siguen siendo la norma, los despliegues a 15 kW no son tan extraños
en instalaciones a hiperescala, y algunas se mueven lentamente hacia los 25 kW.
¿Por qué ahora? La introducción de sistemas informáticos
hiperconvergentes y su amplia adopción es el principal impulsor. Los centros de
colocation, por supuesto, dan una enorme importancia al espacio de sus
instalaciones y unas elevadas densidades de rack pueden proporcionar mayores
ingresos. Los avances en cuanto a ahorro de energía de las tecnologías de
servidores y chips solo pueden demorar la inevitable adopción de la alta densidad
durante un tiempo limitado. Sin embargo, hay motivos para creer que un
movimiento general hacia densidades más altas puede verse más como una carrera
de larga distancia que como un sprint. Unas densidades significativamente
mayores pueden cambiar de manera determinante el factor de forma de un centro
de datos, desde la infraestructura de alimentación al modo en que las
organizaciones refrigeran entornos de mayor densidad. La alta densidad se está
acercando, aunque probablemente se consolidará después de 2018.
5. El mundo
reacciona hacia el edge: A medida
que más y más empresas mueven sus recursos informáticos hacia el edge, es
necesario evaluar de forma crítica las instalaciones que albergan estos
recursos y la propiedad de los datos incluidos en ellos. Esto incluye el diseño
físico y mecánico, la construcción y la seguridad de las instalaciones
periféricas, y complicadas cuestiones relacionadas con la titularidad de los
datos. Gobiernos y organismos normativos de todo el mundo se verán cada vez más
ante el reto de tener en cuenta estos problemas y actuar respecto a ellos.
Mover los datos de todo el mundo a la nube o a una instalación
centralizada para su análisis es demasiado lento y complejo, por lo que cada
vez más clústeres de datos y capacidades de computación se sitúan en el edge;
que reside en distintas ciudades, estados o países, no necesariamente en el
lugar de la sede de la empresa. ¿Quién consta como titular de los datos y qué
están autorizados a hacer con ellos? El debate sigue vivo, pero en 2018 esas
conversaciones se convertirán en respuestas y acciones concretas.
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